jueves, 17 de noviembre de 2016

Capítulo 9 : Baile





Paso un mes y, sorprendentemente, los homicidios cesaron. Esa noche era la excepción, claro, pues los siete vampiros irían a cazar.
- ¿Qué quieres que cazemos juntos?- pregunto Elsa a Rick.
- Sólo serán algunos vagabundos que he visto en Whitby. Son más o menos nueve. Nos alimentaremos bien- respondió su hermano, parado en la puerta de su casa, con Elena al lado.
- Está bien. Vamos, no quiero levantar sospechas – acepto ella.


Unos tres indigentes trataban de hacer un buen fuego para pasar la noche. Sus ojos cansados de vivir en la miseria y de las pocas limosnas que recibían, se sorprendieron cuando vieron a un caballero y a dos damas, vestidos impecablemente.
El hombre, de pelo negro, le dio a cada uno un billete.
Ellos no creían su buena suerte.
- Gracias, señor – agradeció el más viejo.
- Aún no me den las gracias – añadió el, haciendo crecer sus colmillos.
Los tres no pudieron hacer nada para detenerlos. En unos minutos, estuvieron muertos.
Elsa soltó el cuerpo del pobre hombre y se limpió la sangre con un pañuelo.
- ¿Ya acabaron?- pregunto Giselle, con Marcus y Christy a un lado.
- Si, por suerte fue rápido – respondió ella.
- ¿Que traes en esa bolsa?- inquirió luego la morena.
- Piedras – fue la simple respuesta de Giselle, con una sonrisa.
Cargaban los cuerpos de sus víctimas, los tres.
Abrieron los estómagos de los cadáveres, les pusieron piedras adentro y los lanzaron al mar.



Carnaval. Hoy era el día.
- No quiero ir – se negó Christy, mientras los otros se preparaban.
- ¿Y eso por qué? – quiso saber Marcus. Desde hace un mes, la novicia estaba algo rara.
- ¿Qué te pasa, Chris? Este mes has estado extraña. Anda, vamos, divirtiere un poco, te lo tienes bien merecido – incito Giselle, poniéndose su máscara negra.
La otra suspiro y se dio cuenta de que si no quería que los otros se enteraran de lo que paso entre ella y Elena, tendría que ir. Despues de todo , le costo una semana coser ese precioso vestido rosa.
Una excusa tonta solo para ver a esa vampiresa otra vez.


Elsa, en su cuarto, se ajustaba el vestido de princesa que no usaba desde hace un siglo.
Se preguntó, por un momento, si Griff iría al carnaval. Aunque, él no era un cura aburrido, así que lo más probable era que sí.


Las calles de Whitby estaban repletas de gente, todas con disfraces. Las calles decoradas con guirlandas , puestos de comida , esgrima y tres sectores para bailar.Para los más pequeños,espectáculos de magia y de títeres.
La novicia trato de quedarse junto con los demás, el gentío se intensificaba a cada minuto.
Pero Elsa hablo de buscar a alguien y Marcus y Giselle de ir los tres a ver los espectáculos de magia.
Trato de seguirlos, pero, entre los empujones de las personas, pronto se perdió.
Mala suerte.
Una mano le toco el hombro. En apariencia, era un hombre con bigote que le pidió bailar.
- Eres una buena actriz Elena –respondió la vampiresa observando a la otra vampira disfrazada de hombre, cabello corto y bigote incorporado.
- ¿Cómo me reconociste? ¡Me corte el cabello! ¡Y me compre este bigote!
- Te reconocería sin dudar un segundo, Elena. Tus ojos avellana son irreconocibles...-dijo y se arrepintió en ese momento. Si Chisty pudiera sonrojarse en ese momento, lo haría.
- ¿Qué haces así disfrazada? – inquirió, para cambiar de tema.
- Si tú estas en contra de que nos vean juntas como... - explico Elena.
- Momentito, momentito ¿juntas? ¿Cómo qué?
- Déjame terminar, si tu estas en contra de que nos vean juntas como mujeres que (perdona que lo diga tan claro) quieren ser algo más.
- ¿Y quién dice que yo quiero ser algo más que una conocida tuya? ¿Eh? – protesto la novicia.
- Sólo dame una oportunidad. Mira, me corte el pelo sólo por ti...-
- Cómo si no te volviera a crecer en la mañana...
- Si no logro que me des un beso por tu propia voluntad hasta que suenen las doce campadas...
- ¿Doce? A mí me parece que tu lees muchos cuentos de hadas, teniendo en cuenta la edad que tienes – se burló Chris.
- Anda, acepta mi propuesta. Bailaremos un poco, quizás bebamos algo...-
- ¿Estas tratando de emborracharme para que te de un beso?
- ¿Recuerdas lo que te dije "que me des un beso por tu propia voluntad"? Aunque, si quieres ayuda del alcohol para desinhibirte, allá tú –
- ¿Y cuál es mi otra opción?
- Seguiré atosigándote para la eternidad hasta que me des un beso.
- La otra opción que pondría yo, seria matarte.
- No pondrías esa opción – argumenta Helena.
- ¿Quién sabe?
- Anda, vamos, hoy me disfrace de hombre solamente para ti.
- Esta bien...-
- ¿Bailamos, entonces?-
- Vale, vale- acepto Chris, cansada y resignada.



- ¿Donde esta Chris?- se preguntó Marcus, al ver que su amiga no los seguía.
- Pronto nos alcanzara – objeto Giselle, ansiosa por ver a los ilusionistas.



Griff, se despidió de Anne, para que se reuniera con sus amigas.
Iba a estar solo toda la noche, que más daba. O tal vez no. Un perfume especial en el aire lo hizo volverse.
Elsa caminaba hacia él. Llevaba un vestido azul tipo princesa, pero se veía como una reina en verdad. Las miradas de muchos hombres se clavaban en ella y el cura sintió algo muy parecido a los celos.
Pero Elsa solo tenía ojos para él.
- Buenas noches, Griff- saludo la vampiresa al humano.
- Buenas noches, Elsa...
- ¿No quieres bailar un poco? – propuso ella.
- Lo siento, no es lo correcto –
- Sólo será un baile ¿somos amigos, no? – insistió Elsa. Y, como siempre, Griffin termino aceptando.



Richard trato de encontrar a su amiga entre la multitud. Un minuto ¿acaba de llamarla su amiga?
Una mujer le toco el hombro y se encontró con Anne.
- Esta preciosa – comento, observando lo hermosa que estaba con ese vestido rojo. Ante ese halago las mejillas de la humana se tornaron rosas.
- Gracias –
- ¿Quieres ir a practicar con las espadas? Hay un puesto cercano y pensé...bueno que – de repente no supo con exactitud que frase salía de sus labios. Se sentía tan bien cuando estaba con ella. Algo nuevo, que nunca había sentido antes.
- Sí, claro. Prepárate a que te venza –
Caminaron juntos. En efecto, dos hombres practicaban esgrima. Esperaron a que terminara y Rick pidió un turno para practicar con Anne.
- ¿Señor, seguro? Es una mujer – protesto el dueño del local, mirando con mala cara a la joven. Eso enfureció al vampiro.
- Ella está aprendiendo muy bien la esgrima, y queremos seguir practicando. No importa de qué sexo seamos los espadachines, sino que tan bien peleemos.
Empezaron a atacarse. En ese mes, Anne se había vuelto extremamente buena en la defensa, pero en el ataque... era otra historia.
- Te estas conteniendo, Rick – reclamo ella, en medio de la pelea.
- Puedes atacarme mejor y lo sabemos ambos – añadió. Quería una pelea de verdad y el vampiro se estaba reteniendo sus mejores ataques.
- Este bien. Prepárate – aviso su amigo, con una sonrisa, desarmándola al instante.
- ¡Te dije que la pelea no fuera tan corta!- se quejó Anne, ya que el turno acaba en cuanto uno era desarmado.
- Hay muchas más atracciones que ver esta noche – opino Rick, mientras tanto el como la joven devolvían las armas al dueño.
- ¿Cómo cuáles?-
- No sé, ir a ver los espectáculos de magia, comer algo. Bailar un poco quizás – propuso él, mientras la tomaba de la mano para que no se perdiera entre la multitud.
- ¿Bailar? ¿Tu sabes bailar?- inquirió Anne.
- Bailar es cómo manejar una espada, así que si esa es tu pregunta, la respuesta es sí. Sé bailar.
- Oh, bien bailemos un poco entonces – acepto ella.



Griffin ya no se sentía tan incómodo bailando con la vampiresa. No podía dejar de mirarla a los ojos zafiros. Eran hipnóticos.


Chisty, a todo seguía bailando con Elena.
Se preguntaba si era solo otro capricho de la vampiresa, mientras Elena hacia lo mismo
- ¿Cuánto tendré mi beso?- se quejó o medio pregunto Elena.
- ¿Cuándo llegaran las doce para que me dejes en paz?


Richard sonrío a Anne, mientras tenía una mano enlazada con ella y otra en sus caderas.
Se sentía tan bien cuando esta junto a ella, tan feliz, tan liviano, tan humano.
Pero temía que Anne se quedara con Mark y pasara a ser su esposa, en vez de convertirse en su amante.
¿Pero, porque tenía miedo? Podría conseguirse fácilmente en el pueblo otras, mucho más hermosas y accesibles.
¿Esto es solo un capricho o no?
Casi las doce.



Elena no obtuvo su beso. Y Chisty no parecía compadecerse de ello, es más, estaba bastante divertida por la situación.
En realidad, se estaba divirtiendo mucho con ella.Era alegre y divertida.
- Cinco minutos...- comenta Elena, mientras da una vuelta de giro a Chisty.
- Si sigues así, nunca tendrás tu preciado beso...
- ¿Quieres decir que planeas dármelo?
Chisty sonrío misteriosamente y esperó a que dieran las doce.
Campanadas suenan y Chisty se separó de Helena, antes de darle un beso en la mejilla.
- Listo, tienes tu beso... ¿me dejaras tranquila de una vez?
- Ese beso lo hubiera conseguido como lo que soy, una mujer. Yo pensé que si me vestía como hombre, tú no te sentirías tan incómoda...-
Chisty comienzo a alejarse, en busca de los otros y dijo
- ¿Quíen dice que esto me incomoda?-



El cura oyó como las campanadas sonaban.
- Discúlpame, tengo que ir por mi hermana –
- Este bien. Hasta otro día, Griff-
Se disculpa y dice que va a buscar a su hermana y se fue.



Anne se dio cuenta de la hora.no no no
- Lo siento, Rick, debo irme. Griff debe estar buscándome. ¿Nos vemos mañana, no?
- Sí, claro – añadió con una sonrisa, una que al jamás se la había visto.
El vampiro la vio alejarse con esa sonrisa y vio a Helena caminando hacia él.
- ¿Qué te pasa? ¿Sabes que estas sonriendo como un idiota, no? – comenta Helena.
- Tú también...-
!
"Reclusion" la puse por Richard,sus sentimientos por Anne.

Capítulo 8 : Cada vez más cercanos




Hola!.Acá las relaciones se van a volver...hum , más cercanas.Lo dice el titulo del cap , ja ,ja. Pero verán como los vampiros seducen humanos ( o en el caso de Elena , otra vampiresa) , sin que estos se den cuenta.¡Pobres de Griffin , Anne y Christy!¡Si se dieran cuenta...!Nah , mejor lean.
Griffin se sorprendió al ver a Elsa en la Iglesia al día siguiente.
- Hola. Tenías razón, necesito hablar con alguien. De mis problemas, de mi soledad –
- Sí, claro, siéntate, háblame de tus problemas, cuándo y cómo comenzaron – respondió el cura, indicándole que se sentara con él, sin inmutarse en apariencia ,mas con el corazón latiendole a mil.
- Bien, desde mi nacimiento. La mayor parte de los niños cuyas madres mueren en un parto, creen que es su culpa. Yo no lo pensé.La culpa fue de mi padre. Él golpeo a mi madre y adelanto el parto. Ella perdió mucha sangre. Richard, mi hermano, tuvo dos opciones, odiarme por quitarle a nuestra madre u odiar a mi padre por hacer lo que hizo. Eligio la segunda. Siempre fue muy inteligente, hasta cuando tenía siete años – comenzó a contar la vampiresa, como si nada.
- ¿Qué acabas de contarme?- pregunto Griff, asqueado.
- ¿Que tu padre golpeo a tu madre, se adelantó el parto y ella murió? ¿Estas segura que tú hermano lo vio bien? –
"¿Qué acaso no acabo de contarle todo? "se preguntó ella. Ni dos minutos de confesión y Elsa perdía la paciencia.
- Sí, eso paso. Rick era solo un niño y vio todo. De ahí que este traumado-
- Pero, la Biblia dice muy claro "Honra a tu padre y tu madre". Es uno de ...
- Los diez mandamientos, sí, lo sé. Pero Gorlois nunca fue digno de respeto, de amor, ni de nada. Francamente, yo le tuve siempre mucho más respeto a Richard que a el.La  Biblia explica solamente reglas, no cuando no cumplirlas. Eso no viene al tema. Yo y Rick crecimos muy unidos, él fue mi primera palabra. Siempre tuvimos un vínculo especial entre hermanos – sonrío de lado con melancolía. 
En cierta forma, la vampiresa charlo con el humano de situaciones de su vida mortal y de su vida como inmortal más de lo debido. Se desahogó un poco , en esa semana.
Esa misma semana, Richard y Anne leyeron una sátira y dejan de leer "Drácula", puesto que Anne declaro que ese libro "provoca pesadillas",


Christy, por su parte comenzaba a sentir un leve odio y a la vez, una leve simpatía hacia Helena, quien la acompañaba todas las mañanas a ver a los artistas pintando en el muelle o en las calles.



A la semana siguiente, Richard tenía otra sorpresa para Anne.
- ¿Me enseñaras a usar la espada?- pregunto, emocionada.
- ¡Pero si yo nunca he tomado una espada!- objeto.
- Nadie nace sabiendo. Yo lo enseñe a Els cuando yo tenía 14 años y ella siete-
- ¿Y nunca le has enseñado a nadie más?- inquirió Anne.
- No, afortunadamente Elsa es muy buena para aprender bajo presión – añadió Richard.
- ¿Me estás diciendo que vas a ejercer presión para hacerme aprender? – pregunto Anne, divertida.
- Sólo si es necesario. Vamos, comenzamos con la postura-
Le paso una espada, la Smallsword*, más corta que la Rapier* que él planeaba usar para la tercer o cuarta clase.
Estaban en cerca del muelle , cómo siempre.
Le enseño como sostener la espada y como equilibrar el peso.
Se ponía de espaldas a ella y con sus brazos en torno a Anne le enseñaba como blandir la espada. Luego posaba sus manos en sus caderas, para hacerle volverse cuando blandía el arma.
- Es como bailar – comento Anne, asombrada por lo rápido que progresaba. Y un tanto asombrada y enojada consigo misma por permitir que ese hombre invadiera su espacio personal. Ni siquiera dejaba que Mark la tocara así.
- Hay una fiesta en el pueblo, en un mes. Será un baile de máscaras, sé que es solo una forma del pueblo para dejar de lado todos estos horribles asesinatos, pero, de igual forma yo, y mis amigos planeamos asistir. Quiero reconciliarme con mi hermana y ese carnaval de disfraces me parece una buena opción. Els siempre se escondió tras un libro.
- ¿Y ahora tú dices saber lo que es mejor para ella? – inquirió ella.
- Sé lo que es mejor para ella – afirma el.
- ¿Cómo puedes tu saberlo?
- La he cuidado y educado y soy el mayor. Por supuesto que se lo que es mejor para ella.
Siguieron practicando. Sin darse cuenta, el vampiro se olvidó de que sólo estaba tratando de seducirla.



Christy suspiró y miro el Sol casi ponerse, para ocultarse y luego volver como el aura de un nuevo día.
Elena, sentada a su lado le compartió un poco de su chocolate.
Christy solo le dio las gracias y lo comió poco a poco, masticándolo despacio, cosa que a Elena le encanto
La novicia solo siguió observando el atardecer, mientras se preguntaba su "extraña amistad" que tiene con Elena.
- Te ves muy linda cuando masticas- comento la vampiresa morena y se acercó más a su boca, dándole un beso en los labios manchados con chocolate.
Se los relamió con los suyos el sabor a chocolate, mientras la otra estaba anodada.
- ¿Qué?- pregunto ella.
- Es muy común entre los nuestros...-añadió, acercándose a su oído.
- ¡Sí, pero no en este tiempo!- contradijo Christy, mientras miraba a todos lados. Quizás alguien las vio. Por fortuna, el muelle a esa hora estaba casi vacío.
Se levantó, sin perder tiempo y comenzó a caminar lejos de ella.
- ¡Espera! –grito Elena, tratando de alcanzarla.
Luego de correr un poco a un paso humano, la agarró del brazo y le susurró al oído.
- ¡No sabía que te lo tomarías así! –
- Eres una vampiresa hermosa – susurro, luego, aún más cerca.
- Si, pero solo tengo 22 años. Y, según me relataste, tú tienes 340 y pico –
- ¡Así que te importa la diferencia de edad! – bromeo la morena.
- ¿Qué quieres conmigo? Puede que según tú, todos nosotros seamos iguales, pero vivimos de diferente manera. Si quieres divertirte con alguna humana hermosa, como yo lo hago a veces con los hombres guapos de las tabernas –
Vio sorprendentemente, a Elena cruzarse los brazos, enojada y hasta un poco... ¿celosa?
- ¿Haces eso? – inquiero, algo enojada.
- A veces, en realidad casi todos los de la casa lo hace...- se trabo ¡vaya rumbo que tomo la conversación!
- ¿ Crees que a mi edad seria virgen?¡ Mira a Marcus , por Dios!¡ Tiene 35 años!¡Y Giselle casi 25!¡ TODOS tenemos nuestras necesidades carnales , por el amor de Dios!
- No mencionaste a Elsita...
Vio a la otra vampiresa arrugar el ceño.
- ¿Celosa de Elsita? Tiene las mejores curvas y el rostro más adorable que he visto... - comento en broma, porque desde que vio a Christy no podía dejar de echarle los ojos.
- ¿O es porque ella ya se está acostando con alguien y no me lo quieres decir? ¿Quizás porque tienes miedo que le cuente a Richard de que su hermanita se está acostando con un cura?-dijo, otra vez al oído.
Christy, sintiendo escalofríos, se soltó al fin del agarre de Helena y corrió, lejos del muelle.



Giselle y Marcus estaban ordenando los libros en la sala. Cuando eras vampiro y, en teoría, no tenías tiempo que perder, estabas aburrido.
Christy llego por la puerta sorprendida.
- Déjenme ayudarles –
Se pusieron a ordenar juntos y no le preguntaron nada.
Elsa, mientras tanto, termino de confesarse con su cura favorito, le deseo buenas noches y se fue a casa.
Sintió que alguien la seguía, ella no se inmuto y se volteo para encontrarse con Richard.
- Buenas noches, hermana – saludo el, simplemente.
- Buenas noches, hermano – respondió y siguió su camino.
Rick suspiro, y volvió a la posada. Elena, cenando, se encontraba con un humor de los mil demonios.
Que importaba, lo más probable es que otra se le escapo esa tarde.
iD
....Sí se dieran cuenta,se pondrían rojos de la vergüenza.Bueno , la única que se dio cuenta fue Christy y fue porque Elena fue más directa.Veamos como avanza su relación y la de los otros en el siguiente cap.La canción es lo que siente Christy ante la declaración de Elena.

Capítulo 7 : Matanzas

Griffin sintió desprecio por Elsa, a sus ojos, una no creyente estúpida.
Pese a todo se sentó a pensar en sus palabras. Descubrió que aún tenía su pañuelo atado al brazo. Se sentía tan raro cuando estaba con ella.


Anne leía con Richard, de a turnos, "Drácula". El vampiro intentaba no reírse. El  libro que escribían de su especie y los ponían como los malos (aunque él y sus amigos no ayudaban mucho al respecto)
- Esta obra me da escalofríos... no sé cómo Bram Stoker pudo concebir un personaje tan macabro como el Conde Drácula.
Richard sentía una atracción especial por Anne y decidió seguir cortejándola (sin que ella lo notara, claro), disfrazado de un deseo de tener una amistad con ella.
- En realidad, el personaje del vampiro no lo invento Bram Stoker. Estaba allí desde antes. El solo recopilo elementos de esa leyenda y uso al príncipe Vlad, el Empalador, para crear al Conde Drácula.
- Si, es verdad. ¿Y usted está de visita en la casa de su hermana?
- Si, así es... aunque planeo llevarla de vuelta a casa, no me gusta que este aquí...
- ¿Acaso es machista y no le agradaba la idea de que su hermana sea una mujer independiente? –
- No, por el contrario, estuve separado de ella un año con el fin de que se independizara de mí. Siempre ha sido una defensora de sus derechos y eso siempre me agrado. A todos menos a mi padre, que quería que Els se casara con un estúpido. Pero yo sabía que era lo mejor para ella y lo disuadí del arreglo de matrimonio.
- ¿Cómo sabe lo que es mejor para su hermana menor?
- Como tú bien lo has dicho, es mi hermana menor. Yo tengo la obligación de cuidarla, aunque ella no quiera. Yo sé lo que es mejor para ella. Els es inteligente, apasionada y fuerte, pero no sabe nada de la vida.
- Aún no estoy segura si está a favor de los derechos de la mujer o no...
- ¿Y tú, Anne? ¿Qué vas a hacer luego de tu matrimonio?
- Trabajo como bibliotecaria en Londres, mas Mark no desea que trabaje...- dijo con cierto desgano.
- Me parece inaceptable .Este es un siglo de revoluciones y, por lo poco que hable contigo hoy, parece que eres una feminista en ciernes.
- Si, lo soy... en secreto. No tengo a nadie de mi familia que me apoye, mis padres murieron hace un año
- Lo siento –
- Mi hermano decidió hacerse cura y entonces, Mark llego a mi vida y... -
- ¿Seguimos leyendo esta fascinante obra? Mi hermana posee una amplia colección de libros, muchos de ellos un tanto...polémicos. ¿No te gustaría ir a nuestro club de lectura? Els con mucho gusto te prestaría un par de libros.
Anne se lo pensó un poco.¿Por qué no?




Elsa regreso a su casa, Marcus estaba alimentando a Chisty con un poco de sangre.
Giselle tocaba el piano
- ¿Y?- pregunta Gi a su amiga.
- ¿Cómo te fue en tu charla con ese humano con el que estas encaprichada?
- Mal, parece ser un sadomasoquista que le gusta lastimarse al mismo y, encima de todo, machista y conservador. No es para mí-
- ¿O sea que habías planeado convertirlo?- pregunto Marcus, divertido.
- No sé ni que había planeado, Marcus...
- ¿Quizás convertirlo en tu amante ocasional?
- A diferencia de mi hermano, yo no veo el sexo como una necesidad
- ¿Entonces como un hobby? ¿Un buen pasatiempo? ¿Qué dirías? – vuelve a preguntar Marcus.
- ¿Eso es lo que es para ustedes el sexo?
- ¡Bingo, preciosa! – añadió Marcus, después de 100 años, veía la idea del amor muy lejana en verdad.
- Si fuera humana estaría más roja que un tomate...- nunca se le había dado hablar tan a la ligera de sexo. De hecho, no sabía ni porque quería acercarse a Griffin, si le tenía un miedo terrible a los hombres debido a su intento de violación.
- Hay que cazar – añadió Christine, caminando hacia un estante y tomando un libro.
- Si, si vamos separados nadie lo notara – convenció a las demás Marcus.
En esos 50 años que pasaron juntos como un clan , conocieron a muchos otros vampiros , muchos nómadas , otros asesinos sanguinarios , que disfrutaban de lo que eran y , sobre todo , matando y muchos otros que solo querían vivir en paz consigo mismos , como ellos.
No querían iniciar disputa alguna con el segundo grupo de vampiros.
Si ellos no molestaban demasiado a su fuente de alimento, todo iría bien.
- ¿Y Richard?- pregunto Elsa.
- Siempre se va sin decirme nada... - completo.
- Els, hace un día que está aquí. Es más, creo que te quiere llevar con él. ¿Te imaginas viviendo en ese tenebroso castillo, con las amantes de tu hermano? ¿Y que solo te hablen dos míseras palabras al día?
- Christy....
No pudo ni terminar la oración, pues Richard entro por la puerta y tomo a Chisty del cuello, furioso por las palabras que acaba de escuchar (aunque sabía que eran verdad)
- ¡Dejen de influenciar a mi hermana en contra de mí! ¡Me la llevare de aquí, aunque sea lo último que haga!
Christy, trato de liberarse, al tiempo que se quedaba sin aire, mientras Marcus y Giselle tomaban  al vampiro y lo inmovilizaban.
- ¡Basta!- grito Elsa. Se hizo una promesa hace más de 100 años. No volver a llorar, menos, por culpa de su hermano.
Esta vez va a gritar.
- Vete de mi casa, Richard. Te lo hare entender, ahora sé que lo mejor que me paso fue alejarme de ti, mi sitio no es contigo, siendo ignorada en tu castillo. Este es mi hogar temporario ahora y deseo que lo entiendas. Ahora te pido con delicadeza que tomes tus pertenencias y te marches
- ¡Bien! – grita el, deshaciéndose de los otros y corriendo arriba.
Su hermana lo observo. Ni una lagrima.
Rick se fue a un albergue. Se quedaría en Whitby, de eso estaba seguro. Se llevaría a Elsa con él, a las buenas o a las malas.




- Gracias – dijo la vampiresa morena al niño que entregaba los diarios, a la mañana siguiente. Le dio una propina y el pequeño se estaba por ir, cuando retrocedió sobre sus pasos y le dio un aviso, de la policía, para ser más exactos.
Ella lo leyó y abrió sus ojos azules como platos.
Treinta asesinatos en Whitby ocurrieron esa noche. Todas las víctimas fueron encontradas con marcas de colmillos en el cuello.
"Richard "pensó, asustada.
¡Dios, esto los ponía en peligro a todos!
Giselle a su lado, leyó el aviso.
- Voy a ver a Richard – anuncio Elsa.
- Avísale a los demás – sentencio , antes de salir por la puerta.



El hotel donde se hospedaba su hermano era uno de los mejores en todo Whitby , lleno de lujos y comodidades.
"Alguien me está siguiendo" maldijó Elsa, al sentir el aroma a vampiro escasos metros cerca de ella.
- Así que te diste cuenta. ¿Eres Elsa, no?- pregunto una voz de mujer.
La vampiresa se volvió. Otra de su especie observándola, interesada.
- ¿Quién te lo dijo? ¿Mi hermano? ¿Qué eres del?
- Muchas preguntas al mismo tiempo, mi Lady Dragomir. Permítame presentarme, soy Elena y soy una buena amiga de tu hermano –
Elsa sabía que los "amigos" de Richard eran casi o más sanguinarios que él y le pregunto
- ¿Viniste con más amigos a esta ciudad?
Elena sabia de los asesinatos y le respondió
- No, se quedaron en sus hogares-
Richard estaba enojado, anoche uso su velocidad y fue al siguiente pueblo para alimentarse, pero solo mato tres personas. Ahora, con los acentos en todo Whitby, sabía muy bien que su hermana pensaría lo peor.
Quería volver a ver a Anne. Se ponía en porque quería verla, si fácilmente podía conseguirse una amante en el pueblo.
"Es solo un capricho, en cuanto la haya seducido, acabara "pensó, listo para salir de su habitación y ver a la joven.... Sólo para encontrarse con dos orbes zafiros observándolo.
- Hola, hermana. Pasa...-
- ¡Hay! ¿No vas a invitarme a pasar?- pregunto Elena, divertida, al lado de Elsa
- ¡De ninguna manera! – gruño él, tomando a Elsa del brazo, haciéndola entrar y cerrándole la puerta en las narices a Elena. No.
- ¿Fuiste tú, verdad? – acusó ella, mostrándole el encabezado del periódico.
- Elsa, no fui yo. Sabes que de haber sido yo, tendría toda la ropa llena de sangre – argumento Rick.
Atrás se fueron los días en los que su hermana creía en su palabra.
- Voy a averiguarlo yo misma – decidió ella y se puso a revisar las cuatro maletas de su hermano.
Libros en una, ropa sin sangre, mas ropa sin sangre.... Y sólo ropa. Sin sangre.
- Esta vez optare por creerte. Me voy, tengo una clase que dar – decidió.
- ¿No vas a ordenador lo que desordenaste?- inquirió el vampiro.
- Hazlo tú – respondió Elsa, mientras se iba.


Anne daba vueltas y vueltas en la cama. Finalmente, despertó.
"Que horrible pesadilla" pensó y se levantó de la cama.
"No leeré Drácula nunca más" se dijo, bajando a desayunar.
La pesadilla de vampiros y demonios la asustó demasiado.
Fue a hacer el desayuno, más temprano de lo usual, ya que su hermano parecía apurado y preocupado por alguna razón.
- Hubo treinta asesinatos en Whitby. La policía ya identifico los cuerpos y ahora tendré que darles los funerales apropiados. Estaré afuera toda la mañana, Anne –
- Yo también, estaré en biblioteca, los Dragomir me han invitado a un club de lectura y me han invitado-
- ¿Elsa? ¿Elsa Dragomir?
- Si, así es –
- Anne, son malas personas, no creyentes, tratan de llevarte por el mal camino –
- Nunca has hablado con Elsa, no puedes guiarte por las primeras impresiones que toma la gente. Solo será leer unos libros y ya. No has conocido a ningún miembro de su familia. Ayer... platique con Richard, su hermano mayor y no me parecen malas personas
Griffin suspiro y pensó en las palabras de su hermana.
"No te guíes por las primeras impresiones"
- Esta bien, pero vuelve a las tres. Yo tengo que ir a prepararme – acepto, al fin.
Ya en su cuarto, noto que tenía el pañuelo de Elsa en su cómoda.
Aspiró su aroma, el aroma a ella, fresco, dulce, atrayente. Irresistible.
Corrió al baño de la casa, listo para cortarse de nuevo con la navaja por tener esos pensamientos.
"No, Griff. Elsa Dragomir no vale la pena, es solo una despreciable atea"
"Pero, la Biblia dice 'ama a tu enemigo'. ¿Por qué no hacer las paces con ella y devolverle su pañuelo? "pensó, aun a sabiendas de que era más que nada porque su aroma tan cautivador lo estaba volviendo loco...


Anne llego a tiempo a la biblioteca y se encontró con Richard y a una mujer que él le presento como su prima, Elena. Esta llevaba en sus manos el diario de ese día
"Perversos y misteriosos asesinatos en Whitby"
Estaban  intranquilos.Como todos.
- ¿Por qué no vinieron tu hermana y los demás?
- Tuvimos una pelea y me hecho de la casa. Estoy seguro que en un par de siglos, eso será una situación normal.
- ¿Qué les paso?
-No quiere volver conmigo a casa. Eso me molesta –
-Quizás hiciste algo indebido. Si ella es feliz aquí...-
Richard le lanzo una sonrisa llena de ironía. Elsa nunca era feliz y nunca lo sería. Estaba muerta en vida y ese es su destino, igual que él, igual que todos los no muertos.
Debía llevársela de allí, ya había varias sospechas de la gente de Whitby que hay vampiros en la ciudad. Debía protegerla, le gustara a ella o no.
- ¿Hablamos de otros asuntos? No relacionados con problemas, por favor -
Comenzaron a debatir entre los tres de "La Teoría de la Evolución"
Elena estaba asombrada y aun no entendía el creciente interés del vampiro en la joven.
- Esto me hace recordar cuando Elsa era bebé y yo le leía libros en su cuna – comento Rick, nostálgico, sin darse cuenta.no no no.
- ¡Ahí! ¿Le leías cuentos de hadas a tu hermanita?- se burló Elena.
- Te vuelves a burlar y la vas a pasar mal. ¿Entendido?
- Si, si, que carácter primo – respondió la vampiresa.
- ¿Qué cuentos le leías?- pregunto Anne, curiosa.
- Todos los que podía, sobre todo , Blancanieves. Sé que a mi madre le hubiera gustado que yo le leyera cuentos. No sabía leer, no le dejaron aprender. Muchas veces, me pedía que yo le leyera. Salvo una vez... - su mirada se ensombreció y solo Anne lo noto. Él sacudió la cabeza y dijo
- No pude volver a leerle nunca más. Murió en el parto de Elsa. Yo tenía siete años. Mi padre golpeo a mi madre, haciendo que el parto se adelantara. Murió en el parto. Yo cuide a Elsa desde entonces.
- ¿Y tu padre? ¿Lo odiabas? – inquirió la joven, sorprendida por la confesión del hombre.
-Por cómo me trato, por como siempre menosprecio a Els y lo que le hizo, sí. Tengo razones de sobra para odiarlo – dice.
-¿Que les hizo?-
-Para empezar, siempre odio a Els y, sobre todo a mí. Al nacer mi hermana, nuestra madre murió en el parto. Eso no le dio ningún motivo para odiarla. Nunca nos daba importancia, solo nos veía como objetos sin valor. Y eso se confirmó cuando casi hizo que a mi hermana la...- dijo, otra vez, sin darse cuenta.
- ¿Que hizo que?-
- Quería casarla por la fuerza e incito al desgraciado a violarla para así según el "marcarla como suya". Yo logre salvarla y Els quedo traumada. Les tiene miedo a los hombres
- ¿Y por eso tienes que protegerla? – pregunto Anne, horrorizada por lo que acaba de escuchar. Nunca se imaginó un tipo de padre así
- Dígaselo así. No quiero que nadie más la vuelva a herir jamás- dijo Richard.


Elsa, mientras tanto caminaba, perdida en sus propios pensamientos y percibió esa fragancia... la fragancia a Griffin.
Se volvió.
- ¿Qué haces aquí, en las calles? ¿No deberías estar oficiando las misas para los muertos?- inquirió, cruzándose de brazos.
- Sólo vine con usted para devolverle su pañuelo- respondió y le alcanzo la tela azul
Ella lo tomo rápidamente y el estómago de Griffin sonó.
- ¿Así que no desayunaste?- pregunto, con una sonrisa divertida.
El humano, avergonzado, solo dijo, como simple respuesta.
- No cocino y mi hermana no está en casa.
- Yo tampoco desayune. Siempre estoy en ayunas antes del trabajo. Ven, te invito a almorzar –
- No, por supuesto que no, Elsa – se negó el hombre rápidamente, sintiendo que su cara iba adquiriendo color rojo.
- Anda, vamos – insistió ella en ese tono amistoso y neutral.
- No quiero quedar mal con el cura del pueblo. Digámosle hacer las paces –
El la miro a los ojos. Dios, esos ojos azules, como dos orbes de zafiros, llenos de misterio, las sensaciones nuevas y prohibidas que ella despertaba en él.
- Esta bien, gracias – acepto.
- Genial. Ven, vamos, conozco un buen lugar – añadió la vampiresa.


- Que bien que llegan – comento Christy, haciendo a un lado el vestido remendado que le habían encargado para esa tarde.
- Si, el trabajo nos tuvo a mil por hora – respondió Marcus. Su trabajo de profesor en la escuela de las cercanías era Whitby. Descubrió que adoraba a los niños. A menudo se ponía a pensar en cómo sería la vida si el pudiera tener hijos. Cosa imposible.
- A lo que venimos – anuncio Giselle, sentándose en una butaca, junto a Christy. Marcus hizo lo propio.
- ¿Que hacer, que es mejor para nuestro clan?
- Podríamos enfrentarlos – propuso el vampiro.
- No – descarto la novicia rápidamente.
- No sabemos cuántos son, de ser de un número mayor que nosotros, moriríamos. Yo propondría hablar con esos vampiros y pedirles con amabilidad que se vayan.
- Si no funciona esa opción, tendremos que irnos del pueblo – dijo Giselle, con desgano.
- Juntos o separados -
Por suerte, cazaron una noche antes de los asesinatos y estaban fuertes hasta el siguiente mes.
Eso es, solo esperarían que esos vampiros se vayan y los dejaran en paz en ese pueblo por unos dos o tres años.



- Deberías preocuparte más por la gente, sus problemas y ser abierto a sus confesiones. Muchos curas e incluso el Papa mismo dicen mucho y hacen poco. Trata de ayudar a esa gente que confía en ti, te sentirás mejor contigo mismo y ayudaras a los demás –
Tras ese comentario, la vampiresa bebió un sorbo de agua y siguió con su sopa.
- Sobre ese tema...ayudar a las personas. Muchas familias me pidieron consejo por los asesinatos de sus familiares y amigos aquí-
- Yo también –coincidió, fingidamente asustada y mostro, en verdad, pesar por las familias.
- ¿Usted cree que en verdad fueron vampiros?
- Los vampiros son meramente leyendas de miedo Griffin. No existen los vampiros, sino asesinos en serie.
- ¿Y no se siente sola en su casa, sin su hermano? – inquirió, con delicadeza. Quizás tenia novio o... ¡Oh, Dios, que pensaba!
- ¿Porque habría de sentirme sola, si él nunca estuvo conmigo? Unos cuantos primos míos viven conmigo y no me siento sola... o, al menos... no tanto- añadió, triste, geniudamente triste.
- ¿Cómo es eso? – inquirió Griff
- Creo que mi destino es estar sola – sentencio Elsa.
- Ese destino es muy cruel.
- A veces es mejor estar sola. Nadie te hace daño - y trato de sonreír a pesar de todo, luchando para que las lágrimas no cayeran por ese bello e inmortal rostro.
Él, al verla así, tan triste y deprimida, le tomo la mano para darle fuerzas, pero al segundo se la soltó, temeroso de que alguien allí lo hubiera visto. 



Christy caminaba en el muelle. No quería estar en la casa, había demasiadas preocupaciones allí, y solo por unos vampiros. Deseaba estar en el único lugar en todo Whitby que le infundía paz y tranquilidad, el muelle. Unos tres o cuatro pintores hacían al óleo a lápiz, escenas, de barcos, de pescadores, o de simples personas pasando.
Sintió ese aroma detrás de ella. Otro vampiro. Se volvió y encontró a una bella vampiresa morena.
- Hola. Soy amiga de Richard, Elena. Es un placer conocerte, no te preocupes, nada temas conmigo-no no.
Christy hizo un esfuerzo por reír con ironía.Lo consiguió.
-¿ Porque debería estar asustada? ¿Qué haces aquí?-
- Sólo vengo a ver el arte de los novatos quienes, quien sabe, se convirtieran en grandes artistas...-
- No deseo que estés aquí. Este es mi lugar favorito en todo Whitby- atajó la novicia.
- No veo tu nombre marcado en ningún lado – respondió simplemente Elena.


- ¿Quisieras almorzar conmigo?- propuso Richard a Anne.
Ella lo penso. Ya casi eran las tres.
- Lo siento, Rick, tengo que ir a casa
- Bien. ¿Hasta mañana, entonces?- pregunto el vampiro.
- Si, hasta mañana –
"¿Qué estás haciendo, Anne?" se preguntó la joven mientras caminaba hacia su casa.
"¿Por qué lo sigues viendo? Estas comprometida "pensó, pero al momento, se puso ella misma una excusa.
"Necesito a alguien con quien conversar y Griffin no me apoya en ninguna de las artes, la literatura y el pensamiento en las que quiero instruirme. Qué más da si estoy comprometida o no, podemos ser amigos"



- Gracias, Elsa. La veo el domingo. – se despidió Griff de la vampiresa. Se sentía extraño. Una leve presión en el pecho y el corazón le latía rápido.
"No debes seguir viéndola" se reprochó.
"Aunque quieras"
Elsa observo alejarse al humano tras la ventana y sonrió.
Quizás encontró un compañero para compartir la inmortalidad, quien sabe. Todo lo que tenía que hacer es demostrarle a Griffin que Dios no existía , que la vida de él no tiene sentido. Solo entonces no habría problema en convertirlo.
Sería difícil, pero no imposible.
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