jueves, 17 de noviembre de 2016

Capítulo 9 : Baile





Paso un mes y, sorprendentemente, los homicidios cesaron. Esa noche era la excepción, claro, pues los siete vampiros irían a cazar.
- ¿Qué quieres que cazemos juntos?- pregunto Elsa a Rick.
- Sólo serán algunos vagabundos que he visto en Whitby. Son más o menos nueve. Nos alimentaremos bien- respondió su hermano, parado en la puerta de su casa, con Elena al lado.
- Está bien. Vamos, no quiero levantar sospechas – acepto ella.


Unos tres indigentes trataban de hacer un buen fuego para pasar la noche. Sus ojos cansados de vivir en la miseria y de las pocas limosnas que recibían, se sorprendieron cuando vieron a un caballero y a dos damas, vestidos impecablemente.
El hombre, de pelo negro, le dio a cada uno un billete.
Ellos no creían su buena suerte.
- Gracias, señor – agradeció el más viejo.
- Aún no me den las gracias – añadió el, haciendo crecer sus colmillos.
Los tres no pudieron hacer nada para detenerlos. En unos minutos, estuvieron muertos.
Elsa soltó el cuerpo del pobre hombre y se limpió la sangre con un pañuelo.
- ¿Ya acabaron?- pregunto Giselle, con Marcus y Christy a un lado.
- Si, por suerte fue rápido – respondió ella.
- ¿Que traes en esa bolsa?- inquirió luego la morena.
- Piedras – fue la simple respuesta de Giselle, con una sonrisa.
Cargaban los cuerpos de sus víctimas, los tres.
Abrieron los estómagos de los cadáveres, les pusieron piedras adentro y los lanzaron al mar.



Carnaval. Hoy era el día.
- No quiero ir – se negó Christy, mientras los otros se preparaban.
- ¿Y eso por qué? – quiso saber Marcus. Desde hace un mes, la novicia estaba algo rara.
- ¿Qué te pasa, Chris? Este mes has estado extraña. Anda, vamos, divirtiere un poco, te lo tienes bien merecido – incito Giselle, poniéndose su máscara negra.
La otra suspiro y se dio cuenta de que si no quería que los otros se enteraran de lo que paso entre ella y Elena, tendría que ir. Despues de todo , le costo una semana coser ese precioso vestido rosa.
Una excusa tonta solo para ver a esa vampiresa otra vez.


Elsa, en su cuarto, se ajustaba el vestido de princesa que no usaba desde hace un siglo.
Se preguntó, por un momento, si Griff iría al carnaval. Aunque, él no era un cura aburrido, así que lo más probable era que sí.


Las calles de Whitby estaban repletas de gente, todas con disfraces. Las calles decoradas con guirlandas , puestos de comida , esgrima y tres sectores para bailar.Para los más pequeños,espectáculos de magia y de títeres.
La novicia trato de quedarse junto con los demás, el gentío se intensificaba a cada minuto.
Pero Elsa hablo de buscar a alguien y Marcus y Giselle de ir los tres a ver los espectáculos de magia.
Trato de seguirlos, pero, entre los empujones de las personas, pronto se perdió.
Mala suerte.
Una mano le toco el hombro. En apariencia, era un hombre con bigote que le pidió bailar.
- Eres una buena actriz Elena –respondió la vampiresa observando a la otra vampira disfrazada de hombre, cabello corto y bigote incorporado.
- ¿Cómo me reconociste? ¡Me corte el cabello! ¡Y me compre este bigote!
- Te reconocería sin dudar un segundo, Elena. Tus ojos avellana son irreconocibles...-dijo y se arrepintió en ese momento. Si Chisty pudiera sonrojarse en ese momento, lo haría.
- ¿Qué haces así disfrazada? – inquirió, para cambiar de tema.
- Si tú estas en contra de que nos vean juntas como... - explico Elena.
- Momentito, momentito ¿juntas? ¿Cómo qué?
- Déjame terminar, si tu estas en contra de que nos vean juntas como mujeres que (perdona que lo diga tan claro) quieren ser algo más.
- ¿Y quién dice que yo quiero ser algo más que una conocida tuya? ¿Eh? – protesto la novicia.
- Sólo dame una oportunidad. Mira, me corte el pelo sólo por ti...-
- Cómo si no te volviera a crecer en la mañana...
- Si no logro que me des un beso por tu propia voluntad hasta que suenen las doce campadas...
- ¿Doce? A mí me parece que tu lees muchos cuentos de hadas, teniendo en cuenta la edad que tienes – se burló Chris.
- Anda, acepta mi propuesta. Bailaremos un poco, quizás bebamos algo...-
- ¿Estas tratando de emborracharme para que te de un beso?
- ¿Recuerdas lo que te dije "que me des un beso por tu propia voluntad"? Aunque, si quieres ayuda del alcohol para desinhibirte, allá tú –
- ¿Y cuál es mi otra opción?
- Seguiré atosigándote para la eternidad hasta que me des un beso.
- La otra opción que pondría yo, seria matarte.
- No pondrías esa opción – argumenta Helena.
- ¿Quién sabe?
- Anda, vamos, hoy me disfrace de hombre solamente para ti.
- Esta bien...-
- ¿Bailamos, entonces?-
- Vale, vale- acepto Chris, cansada y resignada.



- ¿Donde esta Chris?- se preguntó Marcus, al ver que su amiga no los seguía.
- Pronto nos alcanzara – objeto Giselle, ansiosa por ver a los ilusionistas.



Griff, se despidió de Anne, para que se reuniera con sus amigas.
Iba a estar solo toda la noche, que más daba. O tal vez no. Un perfume especial en el aire lo hizo volverse.
Elsa caminaba hacia él. Llevaba un vestido azul tipo princesa, pero se veía como una reina en verdad. Las miradas de muchos hombres se clavaban en ella y el cura sintió algo muy parecido a los celos.
Pero Elsa solo tenía ojos para él.
- Buenas noches, Griff- saludo la vampiresa al humano.
- Buenas noches, Elsa...
- ¿No quieres bailar un poco? – propuso ella.
- Lo siento, no es lo correcto –
- Sólo será un baile ¿somos amigos, no? – insistió Elsa. Y, como siempre, Griffin termino aceptando.



Richard trato de encontrar a su amiga entre la multitud. Un minuto ¿acaba de llamarla su amiga?
Una mujer le toco el hombro y se encontró con Anne.
- Esta preciosa – comento, observando lo hermosa que estaba con ese vestido rojo. Ante ese halago las mejillas de la humana se tornaron rosas.
- Gracias –
- ¿Quieres ir a practicar con las espadas? Hay un puesto cercano y pensé...bueno que – de repente no supo con exactitud que frase salía de sus labios. Se sentía tan bien cuando estaba con ella. Algo nuevo, que nunca había sentido antes.
- Sí, claro. Prepárate a que te venza –
Caminaron juntos. En efecto, dos hombres practicaban esgrima. Esperaron a que terminara y Rick pidió un turno para practicar con Anne.
- ¿Señor, seguro? Es una mujer – protesto el dueño del local, mirando con mala cara a la joven. Eso enfureció al vampiro.
- Ella está aprendiendo muy bien la esgrima, y queremos seguir practicando. No importa de qué sexo seamos los espadachines, sino que tan bien peleemos.
Empezaron a atacarse. En ese mes, Anne se había vuelto extremamente buena en la defensa, pero en el ataque... era otra historia.
- Te estas conteniendo, Rick – reclamo ella, en medio de la pelea.
- Puedes atacarme mejor y lo sabemos ambos – añadió. Quería una pelea de verdad y el vampiro se estaba reteniendo sus mejores ataques.
- Este bien. Prepárate – aviso su amigo, con una sonrisa, desarmándola al instante.
- ¡Te dije que la pelea no fuera tan corta!- se quejó Anne, ya que el turno acaba en cuanto uno era desarmado.
- Hay muchas más atracciones que ver esta noche – opino Rick, mientras tanto el como la joven devolvían las armas al dueño.
- ¿Cómo cuáles?-
- No sé, ir a ver los espectáculos de magia, comer algo. Bailar un poco quizás – propuso él, mientras la tomaba de la mano para que no se perdiera entre la multitud.
- ¿Bailar? ¿Tu sabes bailar?- inquirió Anne.
- Bailar es cómo manejar una espada, así que si esa es tu pregunta, la respuesta es sí. Sé bailar.
- Oh, bien bailemos un poco entonces – acepto ella.



Griffin ya no se sentía tan incómodo bailando con la vampiresa. No podía dejar de mirarla a los ojos zafiros. Eran hipnóticos.


Chisty, a todo seguía bailando con Elena.
Se preguntaba si era solo otro capricho de la vampiresa, mientras Elena hacia lo mismo
- ¿Cuánto tendré mi beso?- se quejó o medio pregunto Elena.
- ¿Cuándo llegaran las doce para que me dejes en paz?


Richard sonrío a Anne, mientras tenía una mano enlazada con ella y otra en sus caderas.
Se sentía tan bien cuando esta junto a ella, tan feliz, tan liviano, tan humano.
Pero temía que Anne se quedara con Mark y pasara a ser su esposa, en vez de convertirse en su amante.
¿Pero, porque tenía miedo? Podría conseguirse fácilmente en el pueblo otras, mucho más hermosas y accesibles.
¿Esto es solo un capricho o no?
Casi las doce.



Elena no obtuvo su beso. Y Chisty no parecía compadecerse de ello, es más, estaba bastante divertida por la situación.
En realidad, se estaba divirtiendo mucho con ella.Era alegre y divertida.
- Cinco minutos...- comenta Elena, mientras da una vuelta de giro a Chisty.
- Si sigues así, nunca tendrás tu preciado beso...
- ¿Quieres decir que planeas dármelo?
Chisty sonrío misteriosamente y esperó a que dieran las doce.
Campanadas suenan y Chisty se separó de Helena, antes de darle un beso en la mejilla.
- Listo, tienes tu beso... ¿me dejaras tranquila de una vez?
- Ese beso lo hubiera conseguido como lo que soy, una mujer. Yo pensé que si me vestía como hombre, tú no te sentirías tan incómoda...-
Chisty comienzo a alejarse, en busca de los otros y dijo
- ¿Quíen dice que esto me incomoda?-



El cura oyó como las campanadas sonaban.
- Discúlpame, tengo que ir por mi hermana –
- Este bien. Hasta otro día, Griff-
Se disculpa y dice que va a buscar a su hermana y se fue.



Anne se dio cuenta de la hora.no no no
- Lo siento, Rick, debo irme. Griff debe estar buscándome. ¿Nos vemos mañana, no?
- Sí, claro – añadió con una sonrisa, una que al jamás se la había visto.
El vampiro la vio alejarse con esa sonrisa y vio a Helena caminando hacia él.
- ¿Qué te pasa? ¿Sabes que estas sonriendo como un idiota, no? – comenta Helena.
- Tú también...-
!
"Reclusion" la puse por Richard,sus sentimientos por Anne.

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