jueves, 17 de noviembre de 2016

Capítulo 7 : Matanzas

Griffin sintió desprecio por Elsa, a sus ojos, una no creyente estúpida.
Pese a todo se sentó a pensar en sus palabras. Descubrió que aún tenía su pañuelo atado al brazo. Se sentía tan raro cuando estaba con ella.


Anne leía con Richard, de a turnos, "Drácula". El vampiro intentaba no reírse. El  libro que escribían de su especie y los ponían como los malos (aunque él y sus amigos no ayudaban mucho al respecto)
- Esta obra me da escalofríos... no sé cómo Bram Stoker pudo concebir un personaje tan macabro como el Conde Drácula.
Richard sentía una atracción especial por Anne y decidió seguir cortejándola (sin que ella lo notara, claro), disfrazado de un deseo de tener una amistad con ella.
- En realidad, el personaje del vampiro no lo invento Bram Stoker. Estaba allí desde antes. El solo recopilo elementos de esa leyenda y uso al príncipe Vlad, el Empalador, para crear al Conde Drácula.
- Si, es verdad. ¿Y usted está de visita en la casa de su hermana?
- Si, así es... aunque planeo llevarla de vuelta a casa, no me gusta que este aquí...
- ¿Acaso es machista y no le agradaba la idea de que su hermana sea una mujer independiente? –
- No, por el contrario, estuve separado de ella un año con el fin de que se independizara de mí. Siempre ha sido una defensora de sus derechos y eso siempre me agrado. A todos menos a mi padre, que quería que Els se casara con un estúpido. Pero yo sabía que era lo mejor para ella y lo disuadí del arreglo de matrimonio.
- ¿Cómo sabe lo que es mejor para su hermana menor?
- Como tú bien lo has dicho, es mi hermana menor. Yo tengo la obligación de cuidarla, aunque ella no quiera. Yo sé lo que es mejor para ella. Els es inteligente, apasionada y fuerte, pero no sabe nada de la vida.
- Aún no estoy segura si está a favor de los derechos de la mujer o no...
- ¿Y tú, Anne? ¿Qué vas a hacer luego de tu matrimonio?
- Trabajo como bibliotecaria en Londres, mas Mark no desea que trabaje...- dijo con cierto desgano.
- Me parece inaceptable .Este es un siglo de revoluciones y, por lo poco que hable contigo hoy, parece que eres una feminista en ciernes.
- Si, lo soy... en secreto. No tengo a nadie de mi familia que me apoye, mis padres murieron hace un año
- Lo siento –
- Mi hermano decidió hacerse cura y entonces, Mark llego a mi vida y... -
- ¿Seguimos leyendo esta fascinante obra? Mi hermana posee una amplia colección de libros, muchos de ellos un tanto...polémicos. ¿No te gustaría ir a nuestro club de lectura? Els con mucho gusto te prestaría un par de libros.
Anne se lo pensó un poco.¿Por qué no?




Elsa regreso a su casa, Marcus estaba alimentando a Chisty con un poco de sangre.
Giselle tocaba el piano
- ¿Y?- pregunta Gi a su amiga.
- ¿Cómo te fue en tu charla con ese humano con el que estas encaprichada?
- Mal, parece ser un sadomasoquista que le gusta lastimarse al mismo y, encima de todo, machista y conservador. No es para mí-
- ¿O sea que habías planeado convertirlo?- pregunto Marcus, divertido.
- No sé ni que había planeado, Marcus...
- ¿Quizás convertirlo en tu amante ocasional?
- A diferencia de mi hermano, yo no veo el sexo como una necesidad
- ¿Entonces como un hobby? ¿Un buen pasatiempo? ¿Qué dirías? – vuelve a preguntar Marcus.
- ¿Eso es lo que es para ustedes el sexo?
- ¡Bingo, preciosa! – añadió Marcus, después de 100 años, veía la idea del amor muy lejana en verdad.
- Si fuera humana estaría más roja que un tomate...- nunca se le había dado hablar tan a la ligera de sexo. De hecho, no sabía ni porque quería acercarse a Griffin, si le tenía un miedo terrible a los hombres debido a su intento de violación.
- Hay que cazar – añadió Christine, caminando hacia un estante y tomando un libro.
- Si, si vamos separados nadie lo notara – convenció a las demás Marcus.
En esos 50 años que pasaron juntos como un clan , conocieron a muchos otros vampiros , muchos nómadas , otros asesinos sanguinarios , que disfrutaban de lo que eran y , sobre todo , matando y muchos otros que solo querían vivir en paz consigo mismos , como ellos.
No querían iniciar disputa alguna con el segundo grupo de vampiros.
Si ellos no molestaban demasiado a su fuente de alimento, todo iría bien.
- ¿Y Richard?- pregunto Elsa.
- Siempre se va sin decirme nada... - completo.
- Els, hace un día que está aquí. Es más, creo que te quiere llevar con él. ¿Te imaginas viviendo en ese tenebroso castillo, con las amantes de tu hermano? ¿Y que solo te hablen dos míseras palabras al día?
- Christy....
No pudo ni terminar la oración, pues Richard entro por la puerta y tomo a Chisty del cuello, furioso por las palabras que acaba de escuchar (aunque sabía que eran verdad)
- ¡Dejen de influenciar a mi hermana en contra de mí! ¡Me la llevare de aquí, aunque sea lo último que haga!
Christy, trato de liberarse, al tiempo que se quedaba sin aire, mientras Marcus y Giselle tomaban  al vampiro y lo inmovilizaban.
- ¡Basta!- grito Elsa. Se hizo una promesa hace más de 100 años. No volver a llorar, menos, por culpa de su hermano.
Esta vez va a gritar.
- Vete de mi casa, Richard. Te lo hare entender, ahora sé que lo mejor que me paso fue alejarme de ti, mi sitio no es contigo, siendo ignorada en tu castillo. Este es mi hogar temporario ahora y deseo que lo entiendas. Ahora te pido con delicadeza que tomes tus pertenencias y te marches
- ¡Bien! – grita el, deshaciéndose de los otros y corriendo arriba.
Su hermana lo observo. Ni una lagrima.
Rick se fue a un albergue. Se quedaría en Whitby, de eso estaba seguro. Se llevaría a Elsa con él, a las buenas o a las malas.




- Gracias – dijo la vampiresa morena al niño que entregaba los diarios, a la mañana siguiente. Le dio una propina y el pequeño se estaba por ir, cuando retrocedió sobre sus pasos y le dio un aviso, de la policía, para ser más exactos.
Ella lo leyó y abrió sus ojos azules como platos.
Treinta asesinatos en Whitby ocurrieron esa noche. Todas las víctimas fueron encontradas con marcas de colmillos en el cuello.
"Richard "pensó, asustada.
¡Dios, esto los ponía en peligro a todos!
Giselle a su lado, leyó el aviso.
- Voy a ver a Richard – anuncio Elsa.
- Avísale a los demás – sentencio , antes de salir por la puerta.



El hotel donde se hospedaba su hermano era uno de los mejores en todo Whitby , lleno de lujos y comodidades.
"Alguien me está siguiendo" maldijó Elsa, al sentir el aroma a vampiro escasos metros cerca de ella.
- Así que te diste cuenta. ¿Eres Elsa, no?- pregunto una voz de mujer.
La vampiresa se volvió. Otra de su especie observándola, interesada.
- ¿Quién te lo dijo? ¿Mi hermano? ¿Qué eres del?
- Muchas preguntas al mismo tiempo, mi Lady Dragomir. Permítame presentarme, soy Elena y soy una buena amiga de tu hermano –
Elsa sabía que los "amigos" de Richard eran casi o más sanguinarios que él y le pregunto
- ¿Viniste con más amigos a esta ciudad?
Elena sabia de los asesinatos y le respondió
- No, se quedaron en sus hogares-
Richard estaba enojado, anoche uso su velocidad y fue al siguiente pueblo para alimentarse, pero solo mato tres personas. Ahora, con los acentos en todo Whitby, sabía muy bien que su hermana pensaría lo peor.
Quería volver a ver a Anne. Se ponía en porque quería verla, si fácilmente podía conseguirse una amante en el pueblo.
"Es solo un capricho, en cuanto la haya seducido, acabara "pensó, listo para salir de su habitación y ver a la joven.... Sólo para encontrarse con dos orbes zafiros observándolo.
- Hola, hermana. Pasa...-
- ¡Hay! ¿No vas a invitarme a pasar?- pregunto Elena, divertida, al lado de Elsa
- ¡De ninguna manera! – gruño él, tomando a Elsa del brazo, haciéndola entrar y cerrándole la puerta en las narices a Elena. No.
- ¿Fuiste tú, verdad? – acusó ella, mostrándole el encabezado del periódico.
- Elsa, no fui yo. Sabes que de haber sido yo, tendría toda la ropa llena de sangre – argumento Rick.
Atrás se fueron los días en los que su hermana creía en su palabra.
- Voy a averiguarlo yo misma – decidió ella y se puso a revisar las cuatro maletas de su hermano.
Libros en una, ropa sin sangre, mas ropa sin sangre.... Y sólo ropa. Sin sangre.
- Esta vez optare por creerte. Me voy, tengo una clase que dar – decidió.
- ¿No vas a ordenador lo que desordenaste?- inquirió el vampiro.
- Hazlo tú – respondió Elsa, mientras se iba.


Anne daba vueltas y vueltas en la cama. Finalmente, despertó.
"Que horrible pesadilla" pensó y se levantó de la cama.
"No leeré Drácula nunca más" se dijo, bajando a desayunar.
La pesadilla de vampiros y demonios la asustó demasiado.
Fue a hacer el desayuno, más temprano de lo usual, ya que su hermano parecía apurado y preocupado por alguna razón.
- Hubo treinta asesinatos en Whitby. La policía ya identifico los cuerpos y ahora tendré que darles los funerales apropiados. Estaré afuera toda la mañana, Anne –
- Yo también, estaré en biblioteca, los Dragomir me han invitado a un club de lectura y me han invitado-
- ¿Elsa? ¿Elsa Dragomir?
- Si, así es –
- Anne, son malas personas, no creyentes, tratan de llevarte por el mal camino –
- Nunca has hablado con Elsa, no puedes guiarte por las primeras impresiones que toma la gente. Solo será leer unos libros y ya. No has conocido a ningún miembro de su familia. Ayer... platique con Richard, su hermano mayor y no me parecen malas personas
Griffin suspiro y pensó en las palabras de su hermana.
"No te guíes por las primeras impresiones"
- Esta bien, pero vuelve a las tres. Yo tengo que ir a prepararme – acepto, al fin.
Ya en su cuarto, noto que tenía el pañuelo de Elsa en su cómoda.
Aspiró su aroma, el aroma a ella, fresco, dulce, atrayente. Irresistible.
Corrió al baño de la casa, listo para cortarse de nuevo con la navaja por tener esos pensamientos.
"No, Griff. Elsa Dragomir no vale la pena, es solo una despreciable atea"
"Pero, la Biblia dice 'ama a tu enemigo'. ¿Por qué no hacer las paces con ella y devolverle su pañuelo? "pensó, aun a sabiendas de que era más que nada porque su aroma tan cautivador lo estaba volviendo loco...


Anne llego a tiempo a la biblioteca y se encontró con Richard y a una mujer que él le presento como su prima, Elena. Esta llevaba en sus manos el diario de ese día
"Perversos y misteriosos asesinatos en Whitby"
Estaban  intranquilos.Como todos.
- ¿Por qué no vinieron tu hermana y los demás?
- Tuvimos una pelea y me hecho de la casa. Estoy seguro que en un par de siglos, eso será una situación normal.
- ¿Qué les paso?
-No quiere volver conmigo a casa. Eso me molesta –
-Quizás hiciste algo indebido. Si ella es feliz aquí...-
Richard le lanzo una sonrisa llena de ironía. Elsa nunca era feliz y nunca lo sería. Estaba muerta en vida y ese es su destino, igual que él, igual que todos los no muertos.
Debía llevársela de allí, ya había varias sospechas de la gente de Whitby que hay vampiros en la ciudad. Debía protegerla, le gustara a ella o no.
- ¿Hablamos de otros asuntos? No relacionados con problemas, por favor -
Comenzaron a debatir entre los tres de "La Teoría de la Evolución"
Elena estaba asombrada y aun no entendía el creciente interés del vampiro en la joven.
- Esto me hace recordar cuando Elsa era bebé y yo le leía libros en su cuna – comento Rick, nostálgico, sin darse cuenta.no no no.
- ¡Ahí! ¿Le leías cuentos de hadas a tu hermanita?- se burló Elena.
- Te vuelves a burlar y la vas a pasar mal. ¿Entendido?
- Si, si, que carácter primo – respondió la vampiresa.
- ¿Qué cuentos le leías?- pregunto Anne, curiosa.
- Todos los que podía, sobre todo , Blancanieves. Sé que a mi madre le hubiera gustado que yo le leyera cuentos. No sabía leer, no le dejaron aprender. Muchas veces, me pedía que yo le leyera. Salvo una vez... - su mirada se ensombreció y solo Anne lo noto. Él sacudió la cabeza y dijo
- No pude volver a leerle nunca más. Murió en el parto de Elsa. Yo tenía siete años. Mi padre golpeo a mi madre, haciendo que el parto se adelantara. Murió en el parto. Yo cuide a Elsa desde entonces.
- ¿Y tu padre? ¿Lo odiabas? – inquirió la joven, sorprendida por la confesión del hombre.
-Por cómo me trato, por como siempre menosprecio a Els y lo que le hizo, sí. Tengo razones de sobra para odiarlo – dice.
-¿Que les hizo?-
-Para empezar, siempre odio a Els y, sobre todo a mí. Al nacer mi hermana, nuestra madre murió en el parto. Eso no le dio ningún motivo para odiarla. Nunca nos daba importancia, solo nos veía como objetos sin valor. Y eso se confirmó cuando casi hizo que a mi hermana la...- dijo, otra vez, sin darse cuenta.
- ¿Que hizo que?-
- Quería casarla por la fuerza e incito al desgraciado a violarla para así según el "marcarla como suya". Yo logre salvarla y Els quedo traumada. Les tiene miedo a los hombres
- ¿Y por eso tienes que protegerla? – pregunto Anne, horrorizada por lo que acaba de escuchar. Nunca se imaginó un tipo de padre así
- Dígaselo así. No quiero que nadie más la vuelva a herir jamás- dijo Richard.


Elsa, mientras tanto caminaba, perdida en sus propios pensamientos y percibió esa fragancia... la fragancia a Griffin.
Se volvió.
- ¿Qué haces aquí, en las calles? ¿No deberías estar oficiando las misas para los muertos?- inquirió, cruzándose de brazos.
- Sólo vine con usted para devolverle su pañuelo- respondió y le alcanzo la tela azul
Ella lo tomo rápidamente y el estómago de Griffin sonó.
- ¿Así que no desayunaste?- pregunto, con una sonrisa divertida.
El humano, avergonzado, solo dijo, como simple respuesta.
- No cocino y mi hermana no está en casa.
- Yo tampoco desayune. Siempre estoy en ayunas antes del trabajo. Ven, te invito a almorzar –
- No, por supuesto que no, Elsa – se negó el hombre rápidamente, sintiendo que su cara iba adquiriendo color rojo.
- Anda, vamos – insistió ella en ese tono amistoso y neutral.
- No quiero quedar mal con el cura del pueblo. Digámosle hacer las paces –
El la miro a los ojos. Dios, esos ojos azules, como dos orbes de zafiros, llenos de misterio, las sensaciones nuevas y prohibidas que ella despertaba en él.
- Esta bien, gracias – acepto.
- Genial. Ven, vamos, conozco un buen lugar – añadió la vampiresa.


- Que bien que llegan – comento Christy, haciendo a un lado el vestido remendado que le habían encargado para esa tarde.
- Si, el trabajo nos tuvo a mil por hora – respondió Marcus. Su trabajo de profesor en la escuela de las cercanías era Whitby. Descubrió que adoraba a los niños. A menudo se ponía a pensar en cómo sería la vida si el pudiera tener hijos. Cosa imposible.
- A lo que venimos – anuncio Giselle, sentándose en una butaca, junto a Christy. Marcus hizo lo propio.
- ¿Que hacer, que es mejor para nuestro clan?
- Podríamos enfrentarlos – propuso el vampiro.
- No – descarto la novicia rápidamente.
- No sabemos cuántos son, de ser de un número mayor que nosotros, moriríamos. Yo propondría hablar con esos vampiros y pedirles con amabilidad que se vayan.
- Si no funciona esa opción, tendremos que irnos del pueblo – dijo Giselle, con desgano.
- Juntos o separados -
Por suerte, cazaron una noche antes de los asesinatos y estaban fuertes hasta el siguiente mes.
Eso es, solo esperarían que esos vampiros se vayan y los dejaran en paz en ese pueblo por unos dos o tres años.



- Deberías preocuparte más por la gente, sus problemas y ser abierto a sus confesiones. Muchos curas e incluso el Papa mismo dicen mucho y hacen poco. Trata de ayudar a esa gente que confía en ti, te sentirás mejor contigo mismo y ayudaras a los demás –
Tras ese comentario, la vampiresa bebió un sorbo de agua y siguió con su sopa.
- Sobre ese tema...ayudar a las personas. Muchas familias me pidieron consejo por los asesinatos de sus familiares y amigos aquí-
- Yo también –coincidió, fingidamente asustada y mostro, en verdad, pesar por las familias.
- ¿Usted cree que en verdad fueron vampiros?
- Los vampiros son meramente leyendas de miedo Griffin. No existen los vampiros, sino asesinos en serie.
- ¿Y no se siente sola en su casa, sin su hermano? – inquirió, con delicadeza. Quizás tenia novio o... ¡Oh, Dios, que pensaba!
- ¿Porque habría de sentirme sola, si él nunca estuvo conmigo? Unos cuantos primos míos viven conmigo y no me siento sola... o, al menos... no tanto- añadió, triste, geniudamente triste.
- ¿Cómo es eso? – inquirió Griff
- Creo que mi destino es estar sola – sentencio Elsa.
- Ese destino es muy cruel.
- A veces es mejor estar sola. Nadie te hace daño - y trato de sonreír a pesar de todo, luchando para que las lágrimas no cayeran por ese bello e inmortal rostro.
Él, al verla así, tan triste y deprimida, le tomo la mano para darle fuerzas, pero al segundo se la soltó, temeroso de que alguien allí lo hubiera visto. 



Christy caminaba en el muelle. No quería estar en la casa, había demasiadas preocupaciones allí, y solo por unos vampiros. Deseaba estar en el único lugar en todo Whitby que le infundía paz y tranquilidad, el muelle. Unos tres o cuatro pintores hacían al óleo a lápiz, escenas, de barcos, de pescadores, o de simples personas pasando.
Sintió ese aroma detrás de ella. Otro vampiro. Se volvió y encontró a una bella vampiresa morena.
- Hola. Soy amiga de Richard, Elena. Es un placer conocerte, no te preocupes, nada temas conmigo-no no.
Christy hizo un esfuerzo por reír con ironía.Lo consiguió.
-¿ Porque debería estar asustada? ¿Qué haces aquí?-
- Sólo vengo a ver el arte de los novatos quienes, quien sabe, se convirtieran en grandes artistas...-
- No deseo que estés aquí. Este es mi lugar favorito en todo Whitby- atajó la novicia.
- No veo tu nombre marcado en ningún lado – respondió simplemente Elena.


- ¿Quisieras almorzar conmigo?- propuso Richard a Anne.
Ella lo penso. Ya casi eran las tres.
- Lo siento, Rick, tengo que ir a casa
- Bien. ¿Hasta mañana, entonces?- pregunto el vampiro.
- Si, hasta mañana –
"¿Qué estás haciendo, Anne?" se preguntó la joven mientras caminaba hacia su casa.
"¿Por qué lo sigues viendo? Estas comprometida "pensó, pero al momento, se puso ella misma una excusa.
"Necesito a alguien con quien conversar y Griffin no me apoya en ninguna de las artes, la literatura y el pensamiento en las que quiero instruirme. Qué más da si estoy comprometida o no, podemos ser amigos"



- Gracias, Elsa. La veo el domingo. – se despidió Griff de la vampiresa. Se sentía extraño. Una leve presión en el pecho y el corazón le latía rápido.
"No debes seguir viéndola" se reprochó.
"Aunque quieras"
Elsa observo alejarse al humano tras la ventana y sonrió.
Quizás encontró un compañero para compartir la inmortalidad, quien sabe. Todo lo que tenía que hacer es demostrarle a Griffin que Dios no existía , que la vida de él no tiene sentido. Solo entonces no habría problema en convertirlo.
Sería difícil, pero no imposible.
ic|WDX

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